Políticamente incorrecto, irónico, pragmático, carismático y resolutivo, Paulo Portas es una figura imprescindible de la política portuguesa desde los años noventa y el presidente de un partido democrático que más tiempo ha estado en funciones (reelegido ocho veces en 16 años). Ha llevado al minoritario CDS-PP a formar parte del gobierno de Portugal en dos legislaturas tras conseguir algunos de los mejores resultados electorales de su historia.

Dos veces ministro, culminó su trayectoria política como vice primer ministro (2013–2015), cargo que se recuperó para él tras veinte años inexistente. Tuvo que hacerse cargo de tratar con los representantes en Portugal de la “troika” (FMI, BCE y Comisión Europea), llegados tras el rescate financiero del país.

Como ministro de Exteriores (2011-2013) abordó las relaciones internacionales como diplomacia económica y la geopolítica como geoeconomía. Impulsó la internacionalización de las empresas portuguesas y el incremento de las exportaciones del 29% al 43% del PIB.

En 2015 abandonó la actividad parlamentaria y ya en 2016 decidió no presentarse a la reelección como jefe de su partido, cuya presidencia asumió en dos periodos (1998–2005 y 2007–2016). Sin embargo, no ha querido abandonar la vida pública ni ha dejado de lado su vocación de servicio y su fe en las posibilidades de crecimiento de su país y de la Unión Europea en general.

Ha reinventado su nueva trayectoria profesional por varias vías: como consultor estratégico en África, América Latina y Golfo Pérsico; retomando su carrera periodística con un programa dominical de televisión sobre política internacional; cursando un MBA de Geopolítica; dirigiendo la formación en políticas públicas de jóvenes líderes del CDS; como vicepresidente de la Cámara de Comercio de Portugal, responsable de las cámaras en el exterior; como presidente del consejo estratégico internacional de la multinacional portuguesa Mota Enguil y como conferenciante especializado en Unión Europea, relaciones con América Latina, geopolítica, economía global, internacionalización, exportaciones y entrada en nuevos mercados. Actualmente es colaborador del programa «GLOBAL» en Tvi24 en la Televisión Portuguesa.

Portas ha tenido tres etapas vitales. De familia vinculada a la política desde todo el espectro ideológico, comenzó su carrera como periodista y articulista en 1977 y en 1988 fundó el periódico semanal Independiente, de ideología liberal conservadora, estética moderna y muy abierto a nuevas manifestaciones culturales. Lo dirigió hasta 1995 y logró convertirlo en el segundo semanario del país.

Su segunda etapa vital se centró en la política. En 1995 se presentó en las listas del CDS-PP y obtuvo un escaño en la Asamblea de la República por primera vez. Repitió en siete legislaturas hasta su dimisión y retiro en 2015. José Manuel Durão Barroso (PSD) le nombró ministro de Defensa en 2002, con el cometido de profesionalizar las fuerzas armadas, modernizar su equipamiento y privatizar la industria militar para evitar su cierre. También creó la secretaría de veteranos de guerra. Tras la derrota en las urnas de la coalición entre el CDS-PP y el PSD en 2005, Portas renunció a la presidencia del partido.

Tras dos años lejos de la política —en los que presentó un espacio televisivo—, recuperó el control del CDS-PP en 2007. Las elecciones de 2011 le dieron al partido el mejor resultado en 30 años y tres ministerios en el gobierno de Passos Coelho: Asuntos Exteriores, bajo la titularidad de Portas, Agricultura y Mar y Seguridad Social y Seguridad. Su empeño en centrar las políticas gubernamentales en economía y empleo, y no solo en finanzas públicas, le llevaron a dimitir en julio de 2013. Su cese provocó una crisis política con consecuencias económicas y a la semana fue de nuevo llamado al servicio público, esta vez como vice primer ministro y con la cartera de Economía bajo el control de su partido.

En 2015, Paulo Portas negoció a una alianza electoral con el PSD, llamada Portugal à Frente (PAF). Ganaron las elecciones sin mayoría parlamentaria y Paulo Portas fue nombrado de nuevo vice primer ministro. Su programa de gobierno, sin embargo, no fue aceptado por la Asamblea de la República. Un mes después de su toma de posesión, dimitió y anunció su retirada de la política convencido de que era el momento de un cambio de ciclo tanto para el partido como para si mismo.